Porqué terapia Gestalt + Coaching?

La terapia Gestalt es una manera de entender la vida y las personas, pretende ayudar al autoconocimiento y al crecimiento personal en todas las áreas de la persona, por tanto es más global y holístico que el coaching.

La terapia Gestalt  se basa en el Aquí y el Ahora, es decir sólo existe el presente, el pasado ya fue y el futuro aún no ha llegado, pero para que la persona esté  en el presente ha de desarrollar la presencia, es decir el arte de la auto escucha y autoobservación sólo en el presente, discerniendo lo que viene del pasado y todo lo que la persona fue que ahora interfiere en ser libre en el presente, esto es la educación y la infancia, que marcan a fuego la manera de relacionarnos con nosotros mismos y con los demás,  y condicionan la manera de movernos en la vida. Es decir, no nos dejan ser libres.

Así pues la terapia Gestalt aboga por estar en el aquí y el ahora presente, libres  de los condicionamientos de nuestra infancia y libres para ser conscientes de nuestras necesidades reales y salir al mundo, expresarlas y satisfacerlas.

En este punto es donde coaching y terapia pueden darse la mano. El coaching es una ayuda para salir al mundo y satisfacer las propias necesidades, ayuda a la persona a establecer un objetivo, seguir un proceso y descubrir y desarrollar recursos propios o aprendidos para llegar al objetivo final. Si el objetivo está alineado con las necesidades reales que  la persona ha descubierto en un proceso terapéutico de crecimiento personal basado en la terapia Gestalt, ambos se nutren el uno del otro y la persona sale beneficiada.

Si  el punto de encuentro entre ambas es el óptimo en el proceso de una persona, ambas se complementan y se enriquecen y ayudan a la persona a dirigirse hacia el placer y el amor, ambos necesidades y deseos básicos y comunes a todos los seres humanos.

El coaching es un proceso mental, y como tal, está situado en la esfera cognitiva de la persona. La terapia Gestalt y la bioenergética están situadas en las áreas emocional y corporal del ser humano,  donde se desarrolla el contacto con el mundo y nacen las propias necesidades. De manera que el coaching no puede entrar en contradicción con estas áreas fundamentales de la persona, y las técnicas y procesos que propone han de estar alineados  con ellas y a su servicio, lo que en PNL denominan congruencia y ecología de un objetivo.

El peligro del coaching sin la terapia no es otro que al no realizar un proceso de autoconocimiento profundo, la persona no ha contactado con sus necesidades reales sino con necesidades neuróticas que surgen de las pasiones humanas y egoístas.

Para entender esto hay que entender que en los seres humanos conviven dos partes: lo esencial y genuino, y lo egoísta y neurótico.

 En el cuerpo y la emoción está lo genuino y esencial, lo instintivo, lo amoroso y generoso, las virtudes del ser humano que por la propia esencia de ser persona ya están en nuestro ADN.

En la mente vive lo egoista y neurótico, el personaje que creamos en la infancia para ser queridos y sobrevivir. Cuando éramos pequeños desarrollamos este personaje partiendo de la base de que no recibimos un amor incondicional  y que teníamos que ser alguien diferente a quien realmente somos para ser amados, ese alguien diferente se desarrolló y vive en nuestra mente, es el personaje que hemos creado y con el que nos movemos por la vida.

 

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